El profesor Horacio Schwieters ejerció la docencia en nuestra universidad desde 1978 hasta 2018, año en que se jubiló. Entre 1998 y 2002 fue decano de la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales (FCEQyN). Durante 40 años estuvo a cargo de la cátedra de Estadística en las carreras Licenciatura en Genética (LG) y Profesorado en Biología de la FCEQyN, que entonces se dictaban en el Instituto Superior del Profesorado de Misiones (ISPM), que a su vez dio origen a la FHyCS. Asimismo, a principios de los 90, Schwieters formó parte del plantel de docentes que dio vida a lo que hoy es el Módulo Informática de Apóstoles.

En esa época comenzó a implementar un novedoso sistema de enseñanza basado en el aprendizaje participativo. Asegura que fue un antes y un después en el abordaje de los contenidos y el seguimiento de los estudiantes.

Toda esa experiencia, enriquecida con los contenidos de la Especialización en Educación Superior que cursó en Oberá, inspiraron la creación de la metodología Grupos Cooperativos de Aprendizaje (GCA Misiones) la cual comparte hace más de veinte años mediante charlas y talleres con docentes de nivel medio, terciario y universitario (de la UNaM y universidades de la región). En 2008 la propuesta fue constituida como proyecto de Extensión de la FCEQyN.

Cuando ingresó a la UNaM, ¿cómo era el contexto?

Ingresé como docente en abril de 1978, la UNaM tenía cinco años, las facultades estaban en pleno proceso de conformación. Recién en 1985 la LG y el PB pasaron a ser parte de Exactas (ver recuadro).

En esa época, estudiar en la universidad significaba migrar a otras provincias y pocos podían hacerlo. La creación de la UNaM abrió las puertas a que los jóvenes pudieran formarse en su provincia. Era una época difícil, plena dictadura militar y eso no favorecía el funcionamiento democrático de la universidad. La conducción era verticalista, las decisiones eran tomadas por el rector, decanos y secretarios, el presupuesto era muy exiguo y la infraestructura edilicia era insuficiente. Pero a pesar de los obstáculos y escasez de recursos había mucha voluntad para crecer.

¿Qué experiencia le han dejado los distintos roles ejercidos?

En cuanto a mi experiencia como decano, mis recuerdos están atravesados por la crisis política y económica que sufría el país. Fue muy difícil mantener abiertas las puertas de la facultad. A la distancia y habiendo ejercido diversos roles en la UNaM, siento que la universidad está en deuda con los estudiantes. Porque pese a los esfuerzos, sigue teniendo cifras de deserción muy elevadas. Una carrera universitaria pareciera ser una carrera de obstáculos, cuando debería ser un proceso de crecimiento y desarrollo humano y profesional, acompañado por los docentes y pares.

¿Cuál es, a su criterio, el aporte más importante de la UNaM a la comunidad?

La UNaM como institución tiene una importancia sustantiva en lo educativo, cultural, económico y social; en la provincia y en la región.

Como es una institución viva, considero que sus actores deben ajustarse a los cambios en el contexto, teniendo en cuenta la formación pedagógica de los y las docentes; haciendo foco en las estrategias de enseñanza y aprendizaje; redefiniendo las metodologías de evaluación para revalorizar los procesos más que los resultados; conformar un equipo prospectivo que defina líneas de trabajo en base a un perfil de graduado para dentro de cinco años.

Un mensaje de reflexión hacia los 50 años de la UNaM…

Considero que Misiones sin la UNaM no tendría las potencialidades que hoy muestra, en cuanto a la innovación, investigación y la tarea desempeñada por sus graduados, muchos de los cuales han alcanzado cargos jerárquicos en el ámbito político y realizan tareas destacadas en universidades de todo el mundo.

Horacio Schwieters

 
Pilares de la UNaM: Escuela de Ingeniería Química

El 6 de agosto de 2022 se cumplieron 65 años de la creación de la Escuela de Ingeniería Química (EIQ), primer antecedente de la FCEQyN. Creada en 1957 y dependiente de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), la EIQ jugó un rol destacado en el proceso de creación y consolidación de la Universidad Nacional de Misiones a partir de 1973, constituyendo una de las principales instituciones preexistentes que le dieron origen.

Su nacimiento se inscribió en un proceso de profundas transformaciones de la universidad argentina iniciado en 1955 hasta 1966, cuya característica sobresaliente fue la modernización del sistema universitario nacional.

En 1960 la EIQ fue jerarquizada como Facultad de Ingeniería Química (FIQ), en 1974 pasó a depender de la UNaM y en 1980 pasó a tener la denominación actual: Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales.

Así lo refleja el libro “FCEQyN, una historia en construcción” (de autoría de la doctora en Historia y docente de la FHyCS, Luz Irene Pyke), enmarcado en el proyecto “Apuntes para una historia política e institucional de la FCEQyN-UNaM (1957-1985) en el año del 60° Aniversario de su creación”, impulsado por el decano de la FCEQyN Dr. Dardo Andrea Martí a mediados de 2017.