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Nodocentes con voz y voto

  • Claudia Sapa
  • Institucionales

El Estatuto de la Universidad Nacional de Misiones establece que el claustro nodocente integra el Consejo Superior con seis representantes y los consejos directivos de sus facultades con cuatro. Esto implica un importante grado de participación del sector en la vida política e institucional de la UNaM. Sobre la cuestión reflexiona Lía Ethel Rojo, Directora General de Enseñanza y Acción Estudiantil de la Facultad de Humanidades, primer congresal titular de APUNAM e integrante la Mesa Ejecutiva de FATUN como primera vocal titular.

“Cuando me incorporo en el año 1989 a esta universidad ya venía con 10 años de antigüedad como personal de la Universidad Nacional del Nordeste, de la cual la UNaM hasta 1973 dependía. Mi experiencia era diferente en cuanto de modo de gestionar y particularmente de participar en órganos de gobierno. El nodocente no integraba ningún espacio de gobierno en los órganos colegiados: ni en el Consejo Superior, ni en los Consejos Directivos, ni en la Asamblea Universitaria. En la UNNE no podíamos elegir al rector o decano (aún hoy solo tienen voz y no voto). Entonces mi primer impacto fue lo moderna que era esta universidad que elegían a sus autoridades y eran elegidos los trabajadores en cargos de gestión”. Aún considero que seguimos siendo de avanzada, en comparación a los Estatutos de las nuevas universidades. Acá quienes integran la comunidad universitaria elegimos por voto directo a las autoridades.
Posteriormente ya en el año 1996, durante la época más álgida del neoliberalismo, gobierno de Carlos Menem nos tuvimos que adaptar a lo que imponía la Ley de Educación Superior y adecuar el estatuto, como la ley indica: la mitad más uno para el claustro docente. Entonces en términos reales para el claustro nodocente y el claustro de estudiantes, esa ley fue un retroceso.
En cierto modo, no perdimos tanto por que logramos con el acompañamiento de los estudiantes la misma participación. Por eso a pesar de que podemos cuestionar esa mitad más uno que tienen los docentes en la Universidades Nacionales otorgado por la LES; políticamente en la UNaM en el co-gobierno somos una parte activa, relevante.
“Sabemos que esto solo se sostiene con participación, por eso nuestra Federación (FATUN) ha luchado a lo largo de los años para que los nodocentes sean parte de las decisiones institucionales…”, analiza la representante de FATUN.
“Nelson Farina siempre sostuvo que los nodocentes debíamos tener formación universitaria, porque la aspiración era que los trabajadores pudiéramos ser parte del gobierno, tanto en los órganos colegiados como en los unipersonales. Por eso su política fue dotar con presupuesto obtenido en paritarias nacionales y destinarlo a todas las universidades para que constituyan las carreras de Tecnicatura (TGU) y Licenciatura en Gestión Universitaria (LGU). Ese es, hoy el norte de los nodocentes, que sostiene Merkis y quienes integran la Mesa Ejecutiva de FATUN. Eso se vió en los debates de los Cabildos Abiertos Regionales por la nueva ley de Educación Superior.”
Para Cecilia Yulán, graduada de TGU, tesista de la LGU y consejera superior titular “la universidad tiene que ocupar un lugar central en la definición de políticas públicas que tengan que ver con la mejora de la calidad de vida de la población. En tal sentido nosotros como claustro tenemos que ir creciendo y consolidando desde nuestras capacidades con las que llevamos adelante ese rol activo dentro universidad como herramienta de desarrollo y apoyo de la gestión administrativa y académica”.

// Esta nota se publicó en la edición N°86 de la revista Actualidad Universitaria del CIN.

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